En las sesiones de Coaching podés trabajar distintas situaciones recordando, en todo momento, que los temas no deben ser de salud física o mental. Es un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo que te inspira a maximizar tu potencial personal y laboral. Para citar algunos ejemplos de lo que podés hacer con tu coach puedo nombrarte:
- La realización mejor de una tarea
- Solucionar cualquier problema de la vida cotidiana que te genere malestar
- Ser más eficaz en el ámbito laboral
- Emprender un proyecto, afrontar nuevos desafíos
- Aprender una nueva habilidad
- Convertirte en una persona más eficaz en los distintos sectores de tu vida
- Desarrollar una carrera profesional
- Aprender a aprender
- Asuntos simples pero que tienen un impacto importante en tus emociones.
Si te ponés a observar, varias personas, entre ellas políticos, actores, empresarios, tal vez un familiar; han tomado sesiones de coaching, han encontrado un Coach, un mentor que esté presente en los momentos que se lo requiera y de esta forma, quienes realizan estas sesiones comienzan a modificar actitudes, situaciones, comunicación que impacta positivamente en el entorno y, principalmente, en la vida de quien las realiza.
Buscar acompañamiento en ciertas circunstancias es comenzar a aceptarse para lograr aquellas cosas que fueron quedando para después.
¿Cómo elegir tu Coach?
La elección de un profesional Coach es muy personal, debe haber empatía y conocimiento de la formación que lo avala.
Para que los encuentros sean efectivos, el cliente debe sentir que se encuentra delante de una persona que va a saber escuchar sin juzgar; en un lugar agradable donde sienta que lo impulsan a mejorar viendo aquello que debe modificar; especialmente porque todo cambio genera malestar tanto en la persona que está dispuesta a hacerlo como en las personas cercanas.
En varias ocasiones, mis clientes se acercan a decirme que sus seres queridos con los que diariamente tienen contacto le expresan: “Me gustaba más como eras antes” o “estás muy cambiado, vos no eras así”; y si saben que están trabajando con un Coach agregan: “Qué te está metiendo en la cabeza”, “Eso dejalo para tus sesiones”. Es allí cuando mis clientes se dan cuenta del impacto que genera en los demás comenzar a moverse, empezar a desarrollarse, a sentirse seguro y con habilidades que se creían no estaban presentes. No es un camino fácil, tampoco los cercanos lo hacen sencillo, pero siempre manteniendo el respeto y generando diálogo vamos a lograr cumplir con metas y propósitos propios y no de otros que nos dicen “cómo les gustábamos antes de…”, porque “antes de” estábamos escondidos dejando que todo pase sin reconocernos y ser protagonistas.
Te invito a tratar tus emociones, tus situaciones y lo que creas necesario con un Coach Ontológico avalado y en constante formación. El primer paso es importante, pero el hábito te encamina al éxito.
Buscá y aceptá la ayuda de un profesional Coach que te invite a celebrar los pequeños triunfos, a que te organices de manera tal que puedas llegar a cumplir con al menos tres objetivos diarios. Que te incite al descanso cuando en tu cabeza sólo esté el seguir seguir seguir, quien te explique que pedir ayuda cuando las tareas del hogar o laborales te exceden.
