En los últimos años esta palabra se ha utilizado mucho y no siempre de la manera correcta.
Como Coaching podemos entender al “proceso de acompañamiento reflexivo donde un Coach inspira a su cliente a maximizar su potencial personal y profesional”.
El Coach profesional considera que cada persona cuenta con la información necesaria para resolver aquellas situaciones que le molestan. Su rol es el de generador de compromiso y validación, recursos necesarios para la toma de conciencia del cliente. También es considerado como un facilitador en el diseño de objetivos deseados y alcanzables por parte del coachee (o cliente), focalizándose en el futuro y sin indagar en el pasado, considerando que ese pasado está cargado de emociones y vivencias que posicionaron a la persona en el estado actual.
Ahora bien, es importante tener en cuenta lo que NO es el Coaching.
El Coaching NO es:
- Asesoramiento Psicológico
- Terapia Médica
- Consultoría
El Coach trabaja a través de preguntas mediante las cuales logra un cambio de perspectiva en la mirada del cliente para que este alcance sus metas; es un facilitador de procesos donde el cliente encuentra soluciones, tanto en su vida profesional como personal. A mí como Coach me gusta más llamarnos “profesionales de la gestión de capital humano”.